Sin duda alguna, el delfín es uno de los animales más llamativos y atractivos que pueden existir. Todos de alguna forma tenemos algún tipo de agrado con estos ejemplares marinos. ¿Y cómo no? Si son súper amigables y adorables, receptivos y hasta graciosos.
Pero… ¿Alguna vez te has preguntado cómo era el delfín en la prehistoria? ¿O si hay alguna evidencia de antepasados extintos del delfín en la prehistoria?
Pues bien, unos 95 millones de años en el pasado se tienen al Mesonix. Que corresponde a un pariente del pasado de los actuales delfines. Se trataba de un animal terrestre que entraba al agua con la finalidad de comer. Poseía extremidades delanteras y traseras con fuertes huesos para soportar su cuerpo.
Con el paso del tiempo este ejemplar fue adaptándose a la vida en el agua, comenzando así el proceso de evolución de lo que para el día de hoy sería el delfín. Sus patas en la parte delantera se transformaron en aletas pectorales, por su parte, las patas traseras comenzaron a desaparecer. Posteriormente, termino convirtiéndose en un mamífero modificado pro la vida en el mar, ahora convertido en delfín. Este se diferenciaba de las focas y morsas
Pero también se tienen evidencia de otros antecedentes extintos del delfín. Entre ellos se encuentra un fósil de un cráneo, hallado en Carolina del Sur, que revelo una nueva especie de delfín prehistórico.
Este destacaba por tener un hocico bastante corto y por su ausencia de dientes. De acuerdo con estudios, el fósil presentaba unos agujeros que indicaba la presencia de labios amplios o bigotes. Para esto en vez de atrapar a sus presas desgarrándolas y atrapándolas con sus los dientes previo a tragárselas enteras, como actualmente lo hacen los delfines, esta criatura absorbía a sus presas del lecho marino en un método de alimentación por succión.
En este orden de ideas se tienen al Australodelphis. Este se conocido al igual que sus colegas por medio de fósiles descubiertos en la formación dorsal, en Austria. Es conocido como un ejemplo evolutivo convergente de las ballenas picudas.
Su nombre como tal se deriva del latín “australis”, que significa “proveniente del sur/ del sur” y “delphis” que se traduce como delfín. El nombre de la especie fue definido como maravilloso, escogido con la intención de reflejar la inesperada morfología de este espécimen. A pesar de que fue descubierto entre 1985 y 1986 no fue descrito sino hasta el 2002.
Finalizando también se tiene otro descubrimiento, el del “Urkudelphis Chawpipacha”, que habito en Ecuador, probablemente hace unos 34 o 23 millones de años atrás. Todo esto a partir del hallazgo de un pequeño cráneo que sugiere que esta especie puede ser un antepasado del Platanistoidea, conocido como el “delfín del rio”.
Este delfín, poseía una cresta de hueso en su parte frontal y central de su cara, cerca de la división de sus ojos. Se distingue de otras especies por sus huesos en la parte frontal y anchos que se localizan en la parte cercana de la parte superior de su cabeza, y en la parte posterior de su mandíbula, siendo paralela en ambos lados.
Por tanto, son varios los antepasados extintos de los delfines. Todos ellos provienen de regiones templadas, y ampliamente reconocidas como Carolina del Sur, la costa de Oregón, Hokkaido y Nueva Zelanda. En cambio, son pocos los fósiles de ecuador y polares que en la actualidad se conocen.